El Autogas o GLP Auto es un combustible que está creciendo exponencialmente en España, aconsejando su instalación por todos los organismos oficiales.
Su bajo coste un 40% respecto a la gasolina, las bajas emisiones de gases efectos invernadero y la subvención para la transformación mecánica de los vehículos actuales hacen una alternativa atractiva.
Actualmente ya son en España (2019) 750 gasolineras con este producto. Hay compromisos sólidos y fuertes de expansión de este producto a todo el territorio por parte de las grandes compañías.
En otros países de nuestro entorno el consumo de GLP AUTO es generalizado ( Italia, Alemania, Polonia Turquía etc… )
La instalación de equipos surtidores es razonablemente barata y el retorno de la inversión rápido.
Se está instalando en la actualidad gran cantidad de equipos autónomos para pequeñas flotas, cooperativas y asociaciones gremiales con resultados muy positivos.
El AutoGas GLP es una mezcla de butano y propano. Esta composición y las características de la mezcla butano-propano del AutoGas GLP para su uso como carburante en Automoción se encuentran reguladas por la Norma UNE-EN 589, con unas proporciones variables en función de su utilización; REPSOL GAS, por ejemplo, comercializa AutoGas con 30% de propano y 70% de butano para vehículos ligeros y 65% de propano y 35% de butano para vehículos pesados.
El AutoGas es almacenado, transportado y distribuido en fase líquida y se comercializa a través de una Red de Estaciones de Servicio donde, mediante una sencilla y rápida operación de llenado similar a la de la gasolina y diésel, se realiza el repostaje de los vehículos.
Cabe destacar que el 60% del GLP que se comercializa en el mundo se obtiene directamente de yacimientos de gas natural o petróleo, mientras que el 40% restante es un producto de la destilación del petróleo en refinería.